Auto - Jaime sin tierra.

A veces quisiera ser un auto, para chocar, como choco siendo humano. Para romperme en mil pedazos, para romperme en mil pedasos.
A veces quisiera ser un avión, para volar como vuelo siendo humano. Y no caerme como me caigo, y no caerme como me caigo.
Y a veces quisiera ser como vos, para no extrañarte como te extraño. Y a veces quisiera ser como vos para no extrañarte como te extraño. Para no necesitarte tanto.
A veces quisiera ser un barco, para flotar, como floto siendo humano. Y hundirme como me hundo, y hundirme como me hundo. ♫

El poder de lo simple.

" Simple como el agua. Como la seguridad de los gorriones. Así nos visita a veces, sin planificación previa, el arco iris, una mano amiga, la plenitud del amor. Sin ceremonial, pero con fuerte impacto.
Lo simple tiene el poder Palanca que mueve poderosas estructuras: un correo secreto permite a las golondrinas llegar a horario a San Francisco; a un recién nacido encontrar el pecho materno en la oscuridad.
Un hombre musculoso no puede abrir una gaseosa con los dedos. Un niño puede hacerlo, sin esfuerzo, con un simple movimiento, con el poder palanca.

-Cuando pronuncies una palabra entrad en esa palabra con todos los miembros.
-Cómo es posible que un ser humano quepa en una palabrita. Pregunto un esceptico.
-Cualquiera que se sienta más grande que la palabra, no es la clase de personas de la que estamos hablando. Respondio el humilde sabio.


El juez municipal increpaba al comerciante por no tener las correspondientes "pesas y medidas" en su negocio minorista. El imputado contesto con total solvencia y humildad:
- ¡Señoría, soy vidriero! si coloco un cristal más chico se me cae del otro lado. ¡Cómo no voy a medir bien!
El juez quedó conmovido por el argumento. La simpleza lo aleccionó.


Si le pedimos al arco iris que mejore sus colores, desaparece. El orgasmo concluye cuando se lo comenta. Un baile de golondrinas no se aplaude.
Así de simple."


Enrique Mariscal - Cuentos para regalar.