martes, 12 de junio de 2012


lunes, 28 de mayo de 2012

Los fabricantes de nombres.


“¿Por qué te pones ese estúpido disfraz de conejo? 
Y tú, ¿Por qué te pones ese estúpido disfraz de hombre?”
 (Escena del cine, en la película Donnie Darko)



Ahí estaba él, seguro (inseguro a más a no poder, desesperado), era un edificio, una muralla (sobre arenas movedizas), su única certeza se llamaba igual que su nombre, un relato contradictorio. Pero “su “relato no era más que agua estancada, identidad podrida. Individualismo especulativo. 

Su primera certeza (su nombre), se ensamblaba con la segunda, que a la vez justificaba la primera y en una relación de mutualismo, un engranaje movía al otro y viceversa. La maquina funcionaba, con jerarquías, nombres y roles. 

El tercer elemento (el rol), era la cadena que unía nombres y jerarquías. Función social, entendida como individual, como nombre, como orgullo, como poder. Y todo nacido de las tripas, del miedo, el asco, la bronca, la desilusión y el aislamiento. Propio de un caminante en un desierto, un boy scout sin manada. Robinson Crusoe el ideal e imagen que guiaba a la carne y el destino del nombre, en su identidad. 

Pero era inevitable que en algún momento la maquina dejara de andar, se sobrecargara, entrara en cortocircuito, estableciera una pausa, “se trancara” y lo peor de todo… cesara de funcionar por no poder “andar” en el vacío, en las coyunturas propias de las arenas movedizas. Se necesitaba un nuevo suelo, o una nueva máquina para un viejo suelo. 

Ese fue el momento, en que la maquina se destrozo, volaron en mil pedazos los engranajes, el nombre ya no significaba nada. El espejo no era el reflejo fiel de la situación, el cuerpo-nombre no se identificaba. Estaba en crisis, los resortes saltaban, los engranajes eran maquinas de hacer agujeros que volaban por todos lados. 
Las jerarquías se demolían y adquirían nuevas formas, el Panóptico ya no significaba nada: ese instrumento, esa arquitectura que servía para controlar, se demolía como el muro de Berlín. Algunos tenían esperanzas, toda una maquinaria había caído en crisis, pero todo esto no era más que un reacomodamiento de las fuerzas en cuestión. Nuevas relaciones florecían en el campo de batalla. 

Cuerpos-Nombres que ya no eran un rol, y tampoco un lugar jerárquico. Tampoco eran una organización del tiempo a la que se habían acostumbrado. Tampoco eran la “disciplina” que moldeaba hasta los más profundos de sus huesos, nervios y tripas. Y en medio de semejante situación y confusión entre códigos de barras, máquinas, nombres, roles, jerarquías, electricidad y aceite, alguien o algo se animo a susurrar: 

- ¿Quién soy?, ¿qué soy?, ¿qué carajo hago? 

En ese momento ese susurro, obtuvo un largo silencio de aproximadamente 3 días, el desierto crecía en el interior, el vacio se instalaba lentamente, la angustia invadía nuevos territorios y los cubría lentamente llegando hasta los confines más marginales. 

Dos nuevas respuestas se construyeron para los nuevos tiempos. Ambas respuestas eran interpretaciones distintas para un mismo suelo. Un territorio devenido en arenas movedizas, un desierto peligroso, en el que las nuevas tecnologías habían transformado a las viejas máquinas. 

Una primera respuesta se basaba en las relaciones sinópticas, eran nuevas formas de dominación alejadas de las pesadas construcciones y maquinas panópticas, las máquinas de vigilancia se habían descentralizado, y ahora formaban parte de cámaras de vigilancia-seguridad instaladas en la cabeza de cada sujeto, las jerarquías habían encontrado una nueva forma de mutar, a través de la vigilancia constante e individual, ya no era necesario un “patrón burgués” al que culpar por las desgracias, la culpa y el castigo fueron re-significados, a través de la competencia. 

Verdaderamente el hombre se había convertido en lobo del hombre. Competían entre sí, se mataban entre sí, nuevamente la ilusión de creerse uno mismo en un cuerpo-nombre guiaba al destino y la carne de los individuos-máquinas, devenidos en individuos-lobos. 

Las jerarquías seguían firmes (pero con nuevas ropas) , como el esqueleto y columna vertebral de la nueva sociedad, los roles se habían vuelto sumamente frágiles, eran los nuevos enchufes que se conectaban de un toma corrientes a otros, y permitía darles energía a los individuos, o por lo menos darle dinero necesario para que siguieran con vidas. El nombre, esa estampa que confirma el registro de un cuerpo en la sociedad-sistema se encontraba inflado e hinchado como un globo con helio, lo que permitía la ilusión de creerse una identidad histórica que sobrevolaba lentamente sobre el viejo suelo re-significado. 

Una segunda respuesta se construyo en este nuevo espacio (que tenía como columnas nuevos controles y a la vez nuevas libertades), era la respuesta de aquellos que no les interesaba competir, sino que les interesaba vivir. No les interesaba sobrevolar lentamente el territorio, sino investigarlo, conocerlo, caminarlo, recorrerlo y perecer en el intento. Y mientras se los codificaba en códigos de barras, nombres, gustos, estos cuerpos clasificados y archivados buscaban nuevas formas de expresión, construcción, nuevos focos de resistencias. 

Eran autenticas chispas, que ardían en el suelo. Autentico fuego que iluminaba en la tierra, lejos de los cielos. Conocían y trataban de conocer todos los vericuetos, puentes, caños, vasos comunicantes, cada engranaje de la nueva máquina, los lugares-espacios que se habían cubierto con la nueva maquinaria. También se esmeraban por escapar y adueñarse de sus propios acontecimientos, tiempos. Los relojes eran sus enemigos. El tiempo capturado y dividido en segmentos producía roles nuevos, que se intentaban esquivar por todos lados. 

El nombre no los determinaba, condicionaba y fabricaba, sino que eran experiencias que atravesaban el tiempo y el espacio, auténticos destructores de su propio ego. Ellos luchaban, luchan en cada escena, en cada relación de fuerzas, en cada singularidad en la que se experimenta displacer. No eran solo nombres, eran experiencias sin codificar, en la multiplicidad del tiempo. 

La nueva máquina profundamente oscura organizaba el tiempo y el espacio de una nueva forma en la que se unían técnicas, ciencia, creencias y el capitalismo, manteniendo la lógica del intercambio social a través del dinero, como flujo codificado. 

Hasta el momento conozco solo dos grandes respuestas a este nuevo momento histórico, la de los individuos-máquinas-nombres y la de los cuerpos-experiencias que cambian en el espacio y tiempo. No sé qué ocurrirá, ni que relaciones y experiencias serán funcionales o revolucionarias, o revoluciones funcionales. Las certezas fueron abolidas, la modernidad desbocada me-nos encuentra en la multiplicidad de experiencias que se intentan unificar, a veces bajo el nombre, a veces bajo una sensación, a veces bajo una memoria, un territorio. Quizás unificar no sea gobernar sino simplemente sentir y experimentar relaciones momentáneas. 
No lo sé, pero creo que en este nuevo ring, el azar, el tiempo, el control se bate a duelo y a veces se conforman con hacer alianzas extrañas.

sábado, 26 de mayo de 2012

Cuarteto de Nos - Cuando sea grande


lunes, 14 de mayo de 2012

Condicional - Cortometraje producido por ¿Todo Piola?


martes, 1 de mayo de 2012

“...El Arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza..." A. Jauretche









Lo siguiente es un extracto de un coloquio brindado en Madrid, en 1977 Julio Cortazar decía:


“Es inconcebible una revolución que no tenga por fin la alegría, entendiendo por alegría una cosa mucho más amplia: la supresión de todo lo que es dolor antes de la revolución, la supresión de todo lo que nos humilla, nos explota, nos aliena, nos distancia, nos mutila. Entendiendo por alegría entonces el hecho de llegar por fin a nosotros mismos. Es mentira que nosotros estemos en la historia, estamos en la prehistoria. El hombre está todavía viviendo una especie de edad de las cavernas a pesar de su gran tecnología y los viajes a la luna, porque, en primer lugar, no sabe bien quién es él mismo. Nuestras alegrías son artificiales, son individuales, y, sobre todo, son momentáneas. Pero la alegría no es solamente la carcajada; tal como yo la veo, es la condición humana en que el contexto exterior y el interior estén finalmente en armonía y permitan entonces que un hombre se sienta realmente en su propio destino, en su identidad. Esto no es un juego, no es lúdico, pero, sin embargo, forma parte del mundo lúdico, porque el hombre nació para reír, para jugar. Todo esto que estoy diciendo parece pueril y en el campo de la política se olvida con demasiada frecuencia. Las revoluciones se vuelven serias, se vuelven grisallas, se vuelven sordas. La gente deja de vestirse con colores alegres, si alguna vez las usó. Todo se vuelve grisalla. ¿Por qué? Bueno, hay razones que lo explican, hay problemas imperiosos, hay etapas que deben franquearse. Pero esas etapas deben franquearse sin olvidar los fines últimos, sin olvidar que el hombre es un animal lúdico como es un animal erótico.
Se olvida que en alguien tan entrañablemente revolucionario como el Che Guevara, el sentido poético, lúdico, en último término, erótico, están presentes y despiertos , y todos los que lo conocieron supieron hasta qué punto tenía sentido del humor, hasta qué punto podía ser como un cachorro juguetón, siendo al mismo tiempo uno de los ejemplos más admirables del revolucionario”

Ana Tijoux - Shock



Un relato posible sobre las movilizaciones en Chile. Arte, Politica y Educación.

sábado, 28 de abril de 2012

Es mejor perder con amigos que ganar con extraños.



Creo que un día lo entendí. Era algo sumamente complejo, tan complejo que solamente un chico de 3 o 4 años es capaz de entenderlo en toda su magnitud, su logica, comprenderlo en todo su máximo ser, en lo absoluto.

Se trata de hablar en su mismo idioma, un idioma confuso, en construcción... y que solo funciona cuando está en construcción y no cuando esta terminado e inaugurado , institucionalizado. Es ahi, cuando los códigos se mezclan, en la construcción, en lo dinámico. Donde los roles se mezclan, se cruzan, mutan y se transforman.

El cambio florece en ese espacio vital, es un lugar propio. Pero no es privado. La logica de la propiedad privada no deja lugar a este espacio vital, de hecho lo odia. En este espacio vital, los encuentros y des-encuentros se cruzan. Se trata de la individuación, no del individualismo.


Se trata de romper reglas, no por el hecho de sublevarse, sino por el hecho de no identificarse,de no aceptar la identidad que el colectivo social estampa en su fabricación. Se trata de no ser un producto sino una obra de arte, pero en constante movimiento. Se trata de buscar nuevos roles, nuevas aventuras, nuevos amores, odios, nuevas identidades, nuevas subjetividades.

Si somos un código de barras, pues seremos uno que mezcla sus números constantemente, que introduce operaciones matemáticas, letras, miradas, pensamientos, acciones, que acepta las pulsiones parciales y sigue sus diversos caminos.

Algunos lo llaman pulsión de vida, otros voluntad de poder, tiene varios nombres. Yo con 22 años, lo intento definir con este fragmento, sin embargo el nombre más adecuado lo usan los expertos, que tienen la basta experiencia que les aporta sus 3 o 4 años. Aquellos profesionales lo definen como: jugar.



jueves, 12 de enero de 2012

El dia que Jesus se hizo un Facebook.

No sé bien como sucedió, pero lo cierto es que ocurrió. Un día me agrega al facebook un personaje muy misterioso, no decía su nombre. Simplemente decía “el iluminador”. Nombre que relacione con los iluminatti, y todos esos grupos que orbitan alrededor de teorías conspirativas, nuevos órdenes mundiales y extrañas alianzas con seres de otros planetas; que suelen ser denunciados por extraños sujetos de camisas a cuadrilles y remeras de “Star Wars” que invierten su vida en salvar al mundo desde una computadora, y como metodología principal se unen a “zeitgeist”.

En fin, todos esos grupos paranoicos que tienen de trasfondo esa extraña cultura yankie, donde cualquier idea exorbitantemente imposible y ridícula está legitimada, debido a la falta de referencias, ni estudios académicos, y los pocos nombres que se conocen son personajes que nunca se han oído nombrar, pero que de un día para el otro alcanzan la fama “geek”. A estos extraños seres, amantes del “Linux Ubuntu” y “Padre de familia”, simplemente les alcanza con las ganas de creer en un gran Otro que aterroriza con dominar el mundo y cualquier teoría se acepta por mas ridícula que sea.

En fin, “acepte” a dicho personaje, quien a primera vista, entendí como un sujeto que cumple con el rol que usualmente se le asigna a las velas, linternas y lámparas. Posiblemente un conspiranoico también. Nada interesante, ni fuera de lo normal de este absurdo mundo en el que uno vive y con-vive.

Los días continuaron como suelen continuar: distribuyendo mi tiempo, por un lado, con un porcentaje de vida derrochada en la rutina diaria y abrumadora, y con otro porcentaje invertido en tratar de justificar la existencia por medio de actividades nuevas, como mirar nuevas películas, buscar nuevas bandas musicales para escuchar, buscarle conversación vía facebook a alguna que otra piba.

Una noche a eso de las once y media, luego de la cena, me dirigí a mi habitación, encendí la computadora y luego de unos segundos estaba en el “Inicio” de la interfaz del facebook. Busqué y hurgué un poco, para ver si me encontraba con alguna novedad que me hiciera sentir que estaba en un día distinto, pero como de costumbre, nada nuevo había.

Siempre lo mismo: chicas uniéndose a “grupos” donde desmerecen a los chicos y se critican todo lo que se puede… va , en realidad ahora que lo pienso mejor, las chicas siempre se unen a grupos donde se critica todo. Porque las mujeres son así, critican todo… menos lo realmente importante. Hombres subiendo fotos donde muestran sus autos nuevos, tatuajes, alguna que otra frase indirecta a su futura novia del fin de semana, alguna que otra frase bastante directa.

En fin, toda una batalla de indirectas y directas entre hombres y mujeres, que en la hiper-realidad del mundo virtual bailan y danzan al ritmo de imágenes y palabras donde exponen sus vidas, y sus más superficiales deseos de histeriqueo y reconocimiento.

El facebook despliega toda una ontología propia, donde crecen y se reproducen multiplicándose las ideas de autoafirmación de la personalidad a través de la imagen. Es un sueño hecho realidad, un hijo, propio de una mezcla entre Narciso y Fregue. Entre la imagen y la lógica. Entre el sujeto profundamente egoísta del liberalismo económico y la más avanzada maquinaria estructurada en los sistemas formales lógico-matemáticos.

El desarrollo humano evolucionó en eso, una maquinaria inmensa, hija de la unión más incestuosa entre el capitalismo y la técnica. Y yo, mientras tanto, acá, en mi dormitorio, observando el “Inicio”, aburrido, con música de fondo, tratando de no pensar en el absurdo de la existencia y el único camino seguro: la muerte. Esa extraña figura que horroriza a más de uno por su increíble presentación democrática que la constituye: a todos les llega.

Esquivando estas ideas para nada agradables y en el centro de mí neurosis, decido mirar por última vez el inicio del facebook y en caso de no encontrar nada nuevo, me prometo a mi mismo retirarme. Pero sorpresivamente algo nuevo encuentro, “el iluminador” está en línea. Ese extraño personaje que con poca expectativa acepte como nuevo “amigo”. Me decido a escribirle, para chatear un poco y lanzo un “Hola”. Luego del intercambio de unas pocas palabras escritas me encuentro en un ritual típico del chat, donde uno realiza preguntas por costumbre al otro, preguntas de las que por mas respuestas que se reciba no son importantes, porque no sirven para vivir, sino simplemente para matar el tiempo. Luego del típico “como andas”, “de donde sos” “que edad tenes”, llega indefectiblemente el “quien sos”. A lo cual dicho sujeto me responde la siguiente manera:

- ¿Quién soy?

- Sí, eso pregunte, nada de otro mundo

- Estas equivocado mi buen amigo, no hay nada más difícil que responder a esa pregunta…

- Bueno iluminador, te me pusiste filosófico…

- A muchas personas esa pregunta les quita el sueño, ¿sabías eso?

- Porque no saben nada, cualquiera sabe quién es cada uno

- No te creas, Heidegger se paso toda su vida pensando en el Ser…

- Ese tipo es muy difícil de leer, además era nazi, un tipo así no me interesa

- Pero che, cuantos prejuicios… quizás tiene algo que decir

- Ami que me importa, yo sé muy bien quién soy, y vos quien sos iluminador

- Yo soy Jesús…

- Y bueno, porque no te pones Jesús en vez de “el iluminador”

- Porque vengo a iluminar a las personas, ¡soy Jesús!, ¿nunca oíste hablar de mí?

- Bingo… jajaja, que bizarro Jesús en facebook.

- ¿Por qué es bizarro?

- Porque si, no me imagino a Jesús en facebook. Estoy acostumbrado a pensar que Jesús siempre habla con metáforas medio mitológicas, que son complicadas de comprender y cada uno entiende como quiere, siempre y cuando sea un buen negocio. Cada interpretación es una iglesia nueva que se funda para ganar plata, disciplinar fieles y encontrar un sentido a la vida. Pero nada está del todo claro cuando uno se mete con Jesús, Dios, la Virgen y el Espíritu Santo. El Cura, el Padre, o el Pastor reemplaza a Jesús y su palabra como la politiquería reemplaza a las ideas de las personas en una democracia burguesa. El acceso a Dios se vuelve extremadamente burocrático, Dios, Jesús o quien sea, terminan por ausentarse y la miseria invade nuestras vidas.

- Muy interesante lo que decís, pero acá estoy yo, hablándote sin ninguna burocracia de por medio. Mostrando mi presencia, a través de algo tan simple como es el facebook, un perfil virtual cargado de todo el contenido que solo yo, Jesús puedo ofrecer…

- ¿De qué contenido me hablas?, a ver decime algo, que sea realmente interesante y solo vos puedas saber…

- Mañana ocurrirá en Santiago de Chile un sismo de 5.1 en la escala de Mercali

- Mmm, okok mañana hablamos. ¿Quieres adelantar algo más en caso de que no le aciertes?

- Por supuesto, mañana 25.000 niños morirán de hambre en todo el mundo.

- Se me va a complicar contar todas esas muertes, pero confió en que en internet encontrare dicha información

- Bueno, mañana compruébalo y yo estaré aquí conectado en línea a la misma hora.

- Hasta mañana

- Hasta mañana, que Dios te bendiga y te tenga en la gloria.

Al día siguiente todo prosiguió normalmente, yo me levante a trabajar. Soporte como soporto siempre a mi jefe, a pesar de sus exigencias cada vez mayores. Al mediodía comí la horrible comida que ingiero siempre, a los apurones para poder seguir trabajando. Poder hacer todo lo más rápido posible y retirarme a la comodidad de mi hogar. A eso de las veinte horas, luego de doce horas de trabajo, pude llegar a mi hogar. Agotado por el día corrí a bañarme. A las veinte y treinta horas, me dirigí rápidamente al supermercado chino de la esquina. Compre algo para comer y recién a las veintidós horas pude sentarme a comer tranquilo, mire por un tiempo la programación de mi operador de cable, me aburrí. Apagué el televisor. Encendí la computadora a eso de las veintitrés horas, ingresé en el facebook. Y ahí me encontré con “El iluminador” o “Jesús” o con quien sea que fuere ese absurdo personaje con el que me comunique la noche anterior:

- Jelou…

- Hola, amigo. ¿Cómo andas?

- Bien bien, no me vengas con preguntas pelotudas. Recién estuve mirando televisión y no ocurrió nada de lo que me dijiste.

- Veo que estás un poco irritado. ¿Tienes el televisor encendido?

- No

- Enciéndelo

- Aver... mmm

- ¿Y?

- Espera que no encuentro el control remoto de mierda…

- Tengo todo el tiempo del universo, para esperarte

- Yo no, pedazo de forro. Ahí lo encontré… mmm, es cierto lo del Cismo en Chile.

- Viste que estoy en lo cierto.

- Todavía no encontré nada con respecto a la mortalidad infantil

- Cambia de canal…

- Mmm… es verdad, hay un informe que corrobora los mismos datos que vos me dijiste

- ¿Ahora me crees? ¡Existo! Y estoy en facebook

- Si, puede ser que existas… pero no hiciste nada para detener todos los desastres ocurridos

- Es una pena, pero eso no es culpa mía, es culpa de ustedes, yo les di el libre albedrio. ¡Son libres de hacer lo que quieran!

- Estoy muy sorprendido, porque vos predijiste el fenómeno natural del cismo y también a un fenómenos social como es el caso de la muerte de chicos.

- Eso, prueba de que existo…

- Sí, pero no hiciste nada para detenerlo, de hecho el cismo pudo también haber sido esperado por meteorólogos, geólogos y estudiosos de disciplinas afines a ese tipo de fenómenos. Y el caso de los chicos muertos por hambre es una estadística que construyeron seres humanos…

- Sí, pero yo te lo anticipe antes que cualquier científico, y en vivo y en directo a través de facebook, sin ningún tipo de burocracia de por medio

- ¡Pero no hiciste nada por prevenirlo!

- Eso no me corresponde a mí, les corresponde a ustedes…

- ¿Entonces de que me sirve que existas?, si lo único que podes hacer es predecir el futuro, pero no podes intervenir, cumplís el mismo rol que un estudioso, con la diferencia que los seres humanos en la medida de lo posible podemos intervenir en la realidad y transformarla. Podes enviarnos un librito con las reglas del juego, pero que no se adaptan en lo mas mínimo a la realidad, y que de hecho cada uno adapta como quiere y según su conveniencia…

A partir de ese momento “el iluminador” volvió a responder a través de metáforas medio mitológicas que no lograba entender, y que servían para aparentar superioridad en el “saber” del mundo, pero que no solucionaban ningún problema. Nunca supe si quien estaba detrás de dicho perfil era un sujeto con ganas de divertirse, un esquizofrénico, o quizás Jesús. Lo cierto es que lo borré del facebook, lo cual me sirvió para asumir mis propias miserias, sin delegar mis problemas a la voluntad de ningún ser superior.

Mi vida sigue igual de miserable que antes. A veces me conecto a internet y paso largas horas esperando que algo inesperado ocurra, y otras veces apago la computadora, apago el televisor y me dedico a cambiar los aspectos de mi vida que no me conforman, por mucho esfuerzo que me demanden y por más que no siempre obtenga buenos resultados. Ya son las veinte y tres horas, y dedique mi tiempo a escribir este texto, pude terminarlo. Asi que ahora me retiro a dormir, mañana me espera un largo día de trabajo, aunque pensándolo bien, quizás deje de trabajar en ese lugar, o quizás simplemente no vaya mañana. No lo sé, mañana veo.