viernes, 27 de noviembre de 2009

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Como en la crisis del nacimiento, como el comienzo alarmante y alarmado del terror matafísico de donde brota el manantial de mis primeros versos, como en un nuevo crepúsculo que mi propia creación a provocado, entro en una agonía y en una segunda soledad. ¿Hacia donde ir? ¿hacia dónde regresar, conducir, callar o palpitar? Miro hacia todos los puntos de la claridad y de la oscuridad y no encunentro sino el propio vacio que mis manos elaboraron con cuidado fatal.

















Confieso que he vivido - Pablo Neruda